El término boom latinoamericano o "nueva novela" se refiere
a unas novelas de gran calidad literaria, originalidad y éxito editorial que
aparecieron en América Latina durante las décadas de 1960 y 1970.
Julio Cortázar, uno de los escritores principales
del boom, lo describe de la siguiente manera: “En vez de imitar modelos
extranjeros, en vez de basarse en estéticas o en "ismos" importados,
los mejores de entre ellos han ido despertando poco a poco a la conciencia de
que la realidad que les rodeaba era su realidad, y que esa realidad seguía
estando en gran parte virgen de toda indagación, de toda exploración por las
vías creadoras de la lengua y la escritura, de la poesía y la invención
ficcional”.
CONTEXTO HISTÓRICO
*El movimiento surgió en una época de
turbulencia política en los países latinoamericanos. Al principio de los
60, varios escritores simpatizaban con la revolución cubana de 1959, ya
que simbolizaba la autonomía política y cultural de América Latina frente
al poder de los Estados Unidos.
*En la década del 70, surgieron dictaduras
militares y el régimen de Castro restringió la libertad de expresión, y
como consecuencia, perdió el apoyo de algunos escritores.
*A raíz de estos cambios, aparecieron novelas que reflejan
el desencanto de esta época turbulenta y el llamado "ciclo del
dictador".
TEMAS
*Énfasis en la historia y en la política.
El paradigma de ello es la Novela del dictador, donde las figuras y
acontecimientos históricos fueron retratados. Se pueden citar Yo el Supremo (1974)
de Roa Bastos, El otoño del patriarca (1975) de Gabriel García Márquez,
y El recurso del método (1974) de Alejo Carpentier.
*Cuestionamiento de la identidad regional y
nacional.
*Crítica de valores burgueses.
*Denuncia social entremezclada con los
problemas existenciales del hombre.
CARACTERÍSTICAS
*Las novelas del "Boom" son
esencialmente vanguardistas.
*Tratan al tiempo de una manera no lineal.
*Suelen utilizar varias perspectivas o voces
narrativas.
*Cuentan con un gran número de neologismos, juegos
de palabras e incluso blasfemias.
*Ponen en escena los escenarios rurales y urbanos,
el internacionalismo.
*Rompen las barreras entre lo fantástico y lo
cotidiano, convirtiendo esta mezcla en una nueva realidad.
ESCRITORES PRINCIPALES Y OBRAS
*La muerte de Artemio Cruz (1962), de
Carlos Fuentes
*La ciudad y los perros (1962), de Mario
Vargas Llosa
*Rayuela (1963), de Julio Cortázar
*Tres tristes tigres (1964), de Guillermo
Cabrera Infante
*Paradiso (1966), de José Lezama Lima
*Cien años de soledad (1967), de Gabriel
García Márquez
*Cambio de piel (1967), de Carlos Fuentes
*El obsceno pájaro de la noche (1969), de
José Donoso
*Hijo de hombre (1969), de Augusto Roa
Bastos
*Conversación en la catedral (1969), de
Mario Vargas Llosa
EL REALISMO MÁGICO
*El Realismo Mágico se desarrolló muy
fuertemente en las décadas del '60 y '70, producto de las discrepancias
entre dos visiones que en ese momento convivían en Hispanoamérica: la
cultura de la tecnología y la cultura de la superstición.
*El Realismo Mágico fue la respuesta ideal para
los autores que, viviendo en países donde la dictadura y la censura
corrompían todos los ámbitos de la sociedad, pudieron expresarse,
permitiendo, a través de la fantasía, explicar elementos de la realidad sin
exponerse a la censura o al exilio.
ESCRITORES PRINCIPALES
*A Gabriel García Márquez se le atribuye
haber puesto «de moda» el Realismo Mágico tras la publicación de Cien
años de soledad en 1967.
*Miguel Ángel Asturias
*Juan Rulfo
*Arturo Uslar Pietri
*José de la Cuadra
*Laura Esquivel
CARACTERÍSTICAS Y TEMÁTICA
*Los elementos fantásticos o mágicos son
percibidos como normales por los personajes.
*Presencia de lo sensorial como parte de la
percepción de la realidad.
*Abarca los mitos y las leyendas,
que pueden ser presentados por múltiples narradores (combinan la
primera, segunda y tercera persona).
*Tiene características realistas pero posee elementos irreales
que tienen que ver con la memoria latinoamericana y la búsqueda
de la verdad, de la identidad y de la sensibilidad.
*Elementos mágicos tal vez intuitivos, pero
(por lo general) nunca explicados
ESPACIOS
*Espacio particular, mínimo, donde
se desarrollan todas las acciones que posee una atmósfera de intimidad donde
se desenvuelven las figuras que le dan vida a la historia.
*Los escenarios suelen estar relacionados
con la realidad latinoamericana, por lo que aparecen la pobreza y la
marginalidad social, espacios donde la concepción mágica, mítica se
hace presente.
TIEMPO
*Tiempo cronológico.
*Ruptura de planos temporales: mezcla de
tiempo presente con tiempo pasado (regresiones) y tiempo futuro (adelantos).
*Tiempo estático: el tiempo cronológico se
detiene, en cambio, fluyen los pensamientos de los personajes.
*Tiempo invertido: es el más
contradictorio: por ejemplo considerar la noche día.
*El tiempo se percibe como cíclico o
aparece distorsionado, para que pueda repetirse el presente o resulte
similar al pasado.
PERSONAJES
*Personajes un poco “locos”, con una visión
casi onírica de la vida y que planifican y realizan viajes de tiempo y
espacio sin moverse del lugar.
*Estados de trance que les permiten vivir
intensos acontecimientos y resolver conflictos que cargan desde la infancia.
*Son seres que siempre se encuentran a la
vanguardia de los acontecimientos políticos y sociales de su época.
*Puede haber personajes irreales que
siempre actúan sin actuar.
DIFERENCIAS CON EL GÉNERO FANTÁSTICO
*Para que una obra pertenezca al Realismo Mágico,
no debe ser exclusivamente fantástica, sino contener elementos de
fantasía en una historia realista, donde dichos elementos sean tomados
como naturales por los personajes.
*Aparecen elementos sobrenaturales porque la
superstición, el paisaje de los sueños y la fantasía forman parte de la
realidad, enriquecen la cotidianidad y permiten que esta cobre un
sentido de trascendencia.
ARTÍCULO CRÍTICO:
El realismo mágico. Conceptos, rasgos,
principios y métodos
por María Achitenei
El término "realismo mágico" apareció en la tercera década del
siglo XX. Es un estilo en las bellas artes, que fue empleado por primera vez en
1925 por el crítico alemán Franz Roh, aludiendo a una escuela de pintura, y
luego por el escritor Massimo Bontempelli, que se refería a una novela suya,
como lo subraya Joseph Bernstein en www.geocities.com.
El
realismo mágico es una corriente literaria cuyos rasgos principales son la
desgarradura de la realidad por una acción fantástica descrita de un modo
realista dentro de la narrativa.
Ángel
Flores fue el primero en llamar el rico estilo literario sudamericano realismo
mágico. A finales de los años sesenta el término empezó a embarcar a escritores
de otros continentes. Paulatinamente, el realismo mágico fue ganando lugar en
la conciencia literaria del mundo, hasta el punto que será necesario mucho más
de una corriente literaria vanguardista para sustituir el realismo mágico y su
poder. El realismo mágico apagó las diferencias culturales empleando una
interpretación global y estándar; exagerándola algunas veces, y subrayando la
tolerancia de que el ser humano es capaz. El realismo mágico empezó por
decodificar la herencia del postmodernismo, así que el primer rasgo del estilo
fue tratar las diferencias con deferencia.
El
realismo mágico también supera la imaginación de cualquier lector, sin
desprenderlo de su cultura y tradiciones y todo aquello que se adquirió por
educación, memorias heredadas de sus antepasados y de la vida misma.(..)
Muchos
escritores son considerados como pertenecientes a esta corriente literaria:
entre ellos, podríamos mencionar a: Miguel Ángel Asturias, Alejo Carpentier,
Gabriel García Márquez, Isabel Allende, Salmán Rushdie, Lisa St Aubin de Terán,
Louis de Berniéres, Gunter Grass, Laura Esquivel. De ellos, Carpentier llama
'real maravilloso' la búsqueda de propiedades mágicas dentro de la realidad
misma: "lo maravilloso comienza a serlo de manera inequívoca cuando surge
de una inesperada alteración de la realidad" en su obra El reino de este mundo, (Editorial Universitaria, Santiago de Chile, 1967, pág.12).
Las
propiedades que surgen de la realidad son: clarividencia, levitación, vidas
largas al estilo bíblico, milagros, enfermedades mitad imaginarias que son
exageradas hiperbólicamente; pero todo eso supone fe, como Carpentier lo
subraya en la obra citada.
Todo
esto representa la parte mágica, mientras el realismo se encuentra en el modo
de contar la narrativa: como si el hilo principal fuera realista y lo más
importante, mientras que lo mágico no representa más que unos detalles
ordinarios de poca importancia. El realismo mágico invita al lector a menospreciar
lo real, a apreciar lo milagroso y a despreciar lo histórico.
Los
detalles resultan narrados en un tono neutro y sin destacar lo mágico, no sea
que el lector le preste demasiada atención. El escritor da lo mágico por
sentado.
Pudiéramos
tratar de enumerar las causas principales que condujeron a la irrupción del
realismo mágico en el siglo XX:
- La
crisis de la religión: en el siglo de la velocidad y de los grandes
descubrimientos técnicos, la humanidad dudaba de sus sentimientos
ancestrales, empezando así a buscar algo nuevo, o, por lo menos a llenar
los huecos de sus conocimientos sobre la creación del mundo.
- El
lector del occidente se había cansado de introspecciones y lucha
psicológica de las ánimas de los personajes literarios, así que estaba
listo para una historia épica rica, que no podría llegar sino
superadornada de metáforas, hipérboles y sabiduría. Los lectores habían
agotado la serie de experiencias en la literatura del principio del siglo
XX y querían regresar a formas más antiguas: a aquellas historias de miles
de años, contadas de una forma nueva: la del realismo mágico. Los lectores
también querían que la actualidad —la realidad social que conocían— fuera
pintada en palabras hipnóticas.
- El
realismo mágico llena el abismo entre la vida y la creación literaria con
la premonición de un acontecimiento milagroso e inesperado, un
acontecimiento que va a venir contado de un modo cautivador y cuasi
primitivo.
- El
realismo mágico es una corriente del tipo afectivo, es una corriente
experimental y repetida, que usa las más hondas raíces de la subconciencia
humana, asumiéndose de este modo el papel ideológico que la religión había
perdido, el papel que apela a las emociones y a las experiencias
restrictivas, guardadas hasta entonces solo para los elegidos.
- El
aumento paradójico de la alienación y la soledad en el medio de un mundo
más y más aglomerado tenía que ser resaltado en literatura (…)
- El
realismo mágico hace mover la plaza literaria a formas antiguas,
fortaleciendo las estructuras antes de darles vida; el realismo mágico usa
el libre albedrío con todo el respeto que emplea en los otros rasgos; da
la impresión de que incluso el escritor queda sorprendido del desenlace de
su escritura.
- El
realismo mágico apareció muy pronto después de que los vanguardistas
habían experimentado nuevas formas de escribir, así que tuvo la ventaja de
poder fundirlo todo y extraer solo los métodos que consideró como los más
apropiados para la novela.
- El
realismo mágico apareció paralelamente con la cultura Beat y ambas corrientes
descubrieron, por rutas y raíces distintas, la felicidad de las cosas
simples.
- El
lector mismo pedía algo distinto, dado que el realismo y la realidad
resultaban demasiado para soportar; había muerto tanta gente, así que el
solo modo de enfrentar a la muerte era burlándose de ella; eso aumentó la
necesidad de leer hazañas hiperbólicas emprendidas por personajes
ordinarios, o, al revés, sobre personajes hiperbólicos dentro de una vida
habitual. El lector necesitaba que lo invisible invadiera su vida para
reforzarla, así como todos nosotros necesitamos de los milagros.
- Cíclicamente,
la gente recrea historias para recordar a sus héroes. Los pueblos e
imperios grandes crearon epopeyas en sus períodos de gloria; ahora es el
turno de cualquier país para crear historias épicas como cuentos de hadas,
dentro del realismo mágico. El poder persuasivo de esta corriente es tan
grande que, si creara unos héroes profetas, jugarían un papel demasiado
grande para la literatura y entrarían en la vida real y la conmoverían.
Así es como sus héroes fracasan en el esfuerzo de llegar a serlo, según la
receta mágico- realista.
- El realismo mágico es descrito por el lenguaje que usa, que no tiene fronteras; el realismo mágico se lo debe todo a la infinidad del tiempo que describe y a los espacios aislados, delineados solo por metáforas, metamorfosis y reiteración.
Por
consiguiente, si tratamos de seguir el rastro del realismo mágico y ver en qué textos se basan sus raíces,
podríamos mencionar unas influencias, o la estela de otras corrientes: el
Barroco, la literatura picaresca, el gótico, la fábula, la tragedia, los mitos,
las leyendas, las supersticiones de las tierras nativas, las alegorías, el
realismo social, la parábola, el postmodernismo.
Del realismo, el realismo mágico ha tomado la transparencia del lenguaje, la pseudo
objetividad de las convenciones del siglo XX; pero el texto tuvo que expresar
más que un oráculo de una sola voz.
(…) Si el realismo se
refiere a la semejanza de la obra literaria con nuestra realidad familiar,
entonces sí, el realismo mágico es realista; objetos ordinarios, sentimientos
familiares, datos históricos son presentados en todas las novelas
mágico-realistas, pero ellos están súper adornados en causas y efectos
metafóricos sobre un fondo hiperbólico.
El
realismo está representado fragmentariamente dentro del realismo mágico, como
si solo rastros de la más importante estructura de narrar una historia se
abriera paso en el enredo de la narrativa. Migajas del realismo pueden ser
reconocidas en la narración mágico-realista por un lector atento:
- realismo
interior o exterior, basado en detalles;
- realismo
familiar, que resulta distorsionado por el realismo mágico, por una
intromisión de diferencias ligeras de lo conocido;
- realismo
impresionista, haciendo notas de la percepción más que encasillando los
detalles; también lo opuesto, poniendo los detalles en orden;
- realismo
puro, que trata de coger una verdad absoluta e imposible;
- realismo
social, de tipo revolucionario;
- realismo
espiritual, refiriéndose a las ideas, a los sentimientos, vicios y
remordimientos de los personajes;
- realismo
cruel, pueril, empleado para destacar los rasgos del personaje positivo.
(…) El mito ayuda al realismo mágico a lograr el matiz ritual,
que, por ser tan antiguo, parece exótico.
El
realismo mágico se ramificó y lo que podemos ver hoy son dos grandes tipos: el
hispanoamericano y el asiático. Es su dote genética de mezcla de razas y
culturas que dotó a los escritores con tal explosiva imaginación. Escritores de
otros países pertenecen también a ese estilo literario, pero si lo estudiamos y
comparamos más profundamente, veremos que las novelas sudamericanas llevan el
sello de una influencia, mientras que las novelas escritas en inglés llevan el
sello de otra influencia, aunque las dos influencias tienen raíces comunes: el
Barroco. Mientras las novelas de Salmán Rushdie son más semejantes al Culteranismo español cuyos rasgos fueron: metáforas, lenguaje
poético, antítesis de ideas y conceptos, hipérboles, motivos mitológicos y descripciones
de tipo sensorial, en la narrativa de Gabriel García Márquez podemos notar
rasgos desarrollados del Conceptismo español: Ingenuidad, humor,
tendencia moral, sabiduría, metáforas.
El Barroco fue basado en "teatralidad,
metamorfosis, ostentación", "sabiduría metafórica esencial",
pero también en "movilidad, fluidez y desintegración interior produciendo
antítesis al nivel existencial" (Adrián Marino,Barocul, Bucarest,
Pág. 306).
El
rasgo principal del Barroco fue la oscilación entre la percepción de la
realidad y de la irrealidad. El hilo literario se esfuerza por destacar
detalles feos, hiperbólicos, extravagantes, ridículos, estridentes, chocantes o
conmovedores que están entretejidos en un orden hipnótico para abrumar al
lector. Todo eso puede ser notado en la escritura mágico-realista.
Distinto
de otros estilos, cuya descripción dentro de la narrativa resulta llena de
metáforas muertas, el realismo mágico abunda en metáforas en la secuencia de
los acontecimientos: cabe decir que las metáforas son afiladas y vivas,
ingenuas y vivaces, irónicas e hiperbólicas, destacando la veloz fluidez de la
narrativa. El hipérbaton se usa para poner énfasis a una idea, para subrayar su
importancia ya que el hipérbaton confiere al texto calidad lírica y musicalidad.
Pero
el Barroco no es el solo manantial que inspiró al realismo mágico: unos sus
personajes tienen rasgos del pícaro. Un pícaro es "astuto, hábil,
malicioso, travieso, descarado"(Oxford Dictionary). El pícaro
cambia varias veces su trabajo y su amo, viviendo una vida tramposa y
peliaguda; sería capaz de engañar a todos para sobrevivir, como bien nos
muestra el Lazarillo. Mas a su vida le falta la aspiración de un héroe
verdadero. El héroe del realismo mágico muy a menudo lucha por la vida de la misma
manera que el pícaro. Aadam Aziz (Los hijos de la medianoche) es tal
héroe. Vasco Miranda (La última mirada del Moro) es un personaje
parásito, muy semejante al pícaro. El pícaro tiene la ambivalencia de un héroe
y de un antihéroe, un personaje que se vuelve cíclicamente en vagabundo,
sirviendo amos distintos, sazonando sus realizaciones con trampas y bromas
pesadas, gastadas a cualquiera, con un matiz de desdeño cínico por los que se
lo permiten; la historia es siempre contada en primera persona del singular y
tiene un dejo satírico. Al leer Los hijos de la medianoche, por Salmán Rushdie,
podemos notar que el pícaro es el antihéroe Shiva, que había sido cambiado al
nacer con Saleem, y así Shiva había sido entregado a una existencia pobre,
creándose de esa manera la premisa para volverse un pícaro.
La burla tiene matices trágicos o ridículos:
"Clarividencia hizo posible que él arrestara a un
futuro traidor antes que el traidor cometiera el acto de traición."
(Vergüenza, por Salmán Rushdie, Londres: Picador,1984, pág. 184).
(Vergüenza, por Salmán Rushdie, Londres: Picador,1984, pág. 184).
En el postmodernismo, las fronteras del género literario se fundieron para dejar lugar a la
universal comedia grotesca humana: meta ficciones estafadoras llevaron a la
vista personajes promiscuos, presentados sea como extraordinarios, sea como
admirados por otros personajes por la voz del narrador. El lector es invitado a
analizar las calidades narrativas del autor, y a ser espectador de un
soliloquio, que resulto una confesión dirigida al lector: mencionamos aquí la
entrevista de Martin Amis consigo mismo en su novela Dinero, o Rosa Montero alabando uno de sus libros en la novela La hija del Caníbal. Hubo un tiempo para que la novela se volviera consciente de sí misma.
Cuando
esta técnica era nueva —Cervantes y luego Sterne lo habían probado también— los
lectores estaban asombrados, pero poco después, ellos necesitaron algo más
rico, algo que cubriera más áreas de sus espíritus y sentidos; algo que apelara
a los valores morales y que creara otros dado que un individuo puede vivir sin
fe, pero un grupo de gente siempre necesitará unos pilares morales para confiar
en ellos y guiar las relaciones interhumanas según ellos.
Cuando
el postmodernismo dejó de estar de moda, emergió el realismo mágico, cuyos
autores redescubrieron los medios del gótico, con monstruos y seres
estrafalarios, incesto y violencia, cosas raras e insólitas armas, y lo usaron
todo para burlarse de ello, fingiendo tomarlo en serio al mismo tiempo. Los
monstruos se volvieron repentinamente en héroes fabulosos que podían fundir los
cristales de las tiendas: Oskar Matzerath (El tambor de lata, por Günter
Grass), que podían parar el tiempo cuando querían, o podían hacer girar el
tiempo: Ursula Iguarán (Cien años de soledad, por García Márquez) o
Fevvers (Noches en el circo, por Ángela Carter), imitando de ese modo al
legendario monstruo Polifemo del poema épico de Góngora.
El realismo mágico puede ser también descrito, como
"una narrativa corta que a veces es el comentario sobre una sociedad o
sobre la condición humana presentada como una alegoría o parábola, casi siempre
con un mensaje escondido, aunque no menos claro. Emplea frases utilizadas en
los cuentos de hadas y el folklore"
(definición de la fábula, en Enciclopedia de lo fantástico, (Encyclopedia
of Fantasy), por John Clute&John Grant, Londres: Orbit, 1999,pág.327).
Como
también en la fábula, las historias del realismo mágico tienen una moral, a
veces declarada desde el principio, para enfocarla mejor. El realismo mágico
usa la fábula para aumentar el valor moral de la escritura; trata de
individualizar el fracaso moral de alguna clase social o de una nación, en el
país imaginario que construye; por eso, el escritor emplea la sinécdoque,
expresando la historia de una familia para la historia de un país entero; otra
particularidad es que el escritor duda de los acontecimientos históricos como
también de las creencias antiguas presentándolos en el lenguaje del cine —a
veces con acentos melodramáticos que se esfuman bajo las metáforas pesadas,
bajo las referencias frecuentes a las otras culturas, bajo las alusiones a
obras olvidadas o, por el contrario, muy nuevas, y a las más nuevas teorías
astrofísicas.
Sin
embargo, la referencia cultural está mezclada con hechos grotescos en todos los
autores del realismo mágico; líneas surrealistas juntan escenas de pesadilla
con influencia gótica:
"eran las doce menos cinco pero el general Rodrigo de Aguilar no
llegaba, había un calor de caldera de barco perfumado de flores, olía a
gladiolos y tulipanes, olía a rosas vivas en la sala cerrada, alguien abrió una
ventana, respiramos, miramos los relojes(...) se oyeron los ruidos viscerales
de las máquinas de los relojes en el silencio de un abismo final, eran las
doce, pero el general Rodrigo de Aguilar no llegaba, alguien trató de levantarse,
por favor, dijo, él lo petrificó con la mirada mortal de que nadie se mueva,
nadie respire, nadie viva sin mi permiso hasta que terminaron de sonar las
doce, y entonces se abrieron las cortinas y entró el egregio general de
división Rodrigo de Aguilar en bandeja de plata puesto cuan largo fue sobre una
guarnición de coliflores y laureles, macerado al horno, aderezado con el
uniforme de cinco almendras de oro de las ocasiones solemnes, y las presillas
del valor sin límites en la manga del medio brazo, catorce libras de medallas
en el pecho y una ramita de perejil en la boca, listo para ser servido en
banquete de compañeros por los destazadores oficiales ante la petrificación de
horror de los invitados que presenciamos sin respirar la exquisita ceremonia del
descuartizamiento y el reparto, y cuando hubo en cada plato una ración igual
del ministro de la defensa con relleno de piñones y hierbas de olor, él dio la
orden de empezar, buen provecho señores."
[El otoño del patriarca, por García Márquez, Mondadori, Pág. 125-126]
[El otoño del patriarca, por García Márquez, Mondadori, Pág. 125-126]
El
realismo mágico aprovecha de estas cosas grotescas para subrayar la parte
socarrona del carácter humano. A ese estilo no pueden faltarle los rasgos
oscuros del ser humano, porque, en efecto, el realismo mágico es sátira.
Lo
gótico del realismo mágico es trágico: es un intento de burlarse de la muerte y
del destino tratando siempre satíricamente de vencerlos. Los elementos de la
tragedia son muy poderosos dentro del realismo mágico, porque son semejantes a
las estructuras de las tragedias antiguas. Así notamos:
- un
crimen está seguido por otros, por venganza;
- hay un
coro para comentar los principales acontecimientos de la obra;
- el
escritor usa la ironía para resaltar la importancia de la muerte;
- los
héroes son caracterizados por sus hazañas;
- el fin
es casi siempre catastrófico;
- la
historia es sometida al sino;
- desde
el primer momento de su aparición en la obra, los personajes emprenden su
viaje a tropezones sea hacia el cielo, sea hacia el infierno y no hay otra
alternativa.
Sin
embargo, el realismo mágico es eminentemente catártico: ninguno de los incestos
o crímenes es despreciable en el realismo mágico, y eso porque todo es
presentado como para surgir en el lector una reacción estética a una solución
literaria. Parece ser que el lector está menos envuelto sentimentalmente en la
historia mágico realista que en otra, pero está más implicado razonadamente en
el realismo mágico que en otro estilo.
Por
ser tan irónica —ironía blanda en las novelas de García Márquez o Lisa St Aubin
de Terán, e ironía aguda de Salmán Rushdie— la narrativa mágico realista
resulta un artificio; pero porque maneja tantos planes de la historia que se
ramifican en otras historias, como pasa en la matemática con las superficies
Riemann, los elementos artificiales se esfuman, determinando al lector que se
preguntara, admirando cada plano, si la narrativa fuera posible.
En el
realismo mágico, la tragedia resulta más como la imitación del sacrificio
divino que como simples desastres sufridos por los mortales que no abren paso
entre ellos y el lector para que todo se volviera mito y adquiriera un dejo
ritual. La presencia de la muerte ya no es terrible y horripilante, dado que el
realismo mágico apareció después de la segunda guerra mundial cuando había
muerto tanta gente; en el realismo mágico la muerte es una presencia diaria y
es la vida que logra valores metafísicos: la muerte ya no basta, así que al
fin, el lector es testigo de la explosión del mundo entero.
Claro
que la mixtura es mucho más compleja y enredada, y contiene también una
atmósfera que se adquiere por el desgarro de la realidad, por extender o
comprimir unas secuencias de la realidad familiar. Los escritores emplean el
coro de la tragedia griega para aumentar las creencias tradicionales y para
obtener otros efectos especiales que enfoquen lo antiguo y las supersticiones.
En Los hijos de la
medianoche el coro es representado por el barquero, luego por la gente y finalmente
por Padma.
El
lector se da cuenta de que los personajes monstruosos representan solo una
alternativa literaria y no los juzgan desde el punto de vista moral, como
pasaría en la vida real. Los elementos góticos aumentan en el lector la opinión
de que su misma idea sobre los personajes se muestra ser verdadera. Los
elementos barrocos, góticos y satíricos salpican el trágico flujo veloz de la
narración mágico realista. La velocidad del hilo narrativo hace que la tragedia
disminuya y resalta los elementos fantásticos que son contados como si fueran
pequeñas realidades sin importancia, lógica y calculadamente.
El
realismo y la tragedia no son compatibles dentro de la literatura, así como los
son en realidad. El realismo mágico necesita otros argumentos para sostener su
compatibilidad dentro de la narrativa y puede adquirirlo volviendo elementos ordinarios,
o menospreciados en elementos sagrados. El autor intensifica unos rasgos,
multiplica otros y destaca escenas surrealistas (apud Adrián Marino, Dictionar de termeni
literari, el capítulo sobre lo fantástico)
En
esencia, el realismo mágico trata a lo gótico despreciadamente, lo que
significa que el autor emplea las técnicas góticas, pero con desdén. Ese rasgo
y la aceleración del hilo narrativo son las dos condiciones sine qua non para
que el estilo sea de verdad realismo mágico.
El
escritor utiliza también sea una distribución desigual de la atención narrativa, sea un tono monótono describiendo
acontecimientos grotescos y escenas conmovedoras, dando la impresión de que
todo cuenta lo mismo para la historia. Cuando el narrador nos llama la atención
sobre la singularidad de un elemento, él no es fidedigno, lo que en efecto hace
es distraernos la atención sobre otro elemento, que es fantástico. Varias
veces, el narrador pregunta a sí mismo si la acción a la cual él fue testigo
pasó de verdad. Es una duda prestada de la realidad, de los diálogos
callejeros.
La metáfora parcial o posesiva del realismo mágico restringe
el entero universo a su singular existencia. El narrador hace caso omiso a la
realidad, resaltando un acontecimiento reiterado por medio del genitivo, como
en los ejemplos:
- "la
llaga del insomnio"(Cien años de soledad, por Gabriel García
Márquez);
- "La
llaga de la vergüenza" (Vergüenza, por Salmán Rushdie);
- "el
velo de su solipsismo" (Vergüenza, por Salmán Rushdie);
- "El
silex de su vergüenza prendió fuego a la yesca de su orgullo" (Vergüenza,
by Rushdie);
Ese
tipo de metáfora resulta ordinaria una vez sacada del contexto, pero es muy
sugestiva dentro de la narrativa: refuerza la singularidad de este estilo
narrativo.
La
técnica del montaje: aunque el nombre y la descripción de un país, como
también otros detalles parecen familiares, a una mirada más profunda podemos
observar bastantes anomalías, anacronismos e inadvertencias de que el lector no
está consciente. El país puede tener rasgos prestados de períodos distintos e
incluso de otros países; el país descrito puede ser totalmente imaginado, pero
con un nombre de la realidad. Por eso no debemos fiar de ningún nombre
reconocible.
No
huelga añadir las teorías científicas que el realismo mágico —Rushdie más que otros autores— emplea en medio de
la narrativa. Nos enteramos así de los últimos descubrimientos en cuanto a los
agujeros negros, a los universos transmutables.
Como
las palabras destino o sino son raramente pronunciadas, el lector tarda mucho en comprender el
papel poderoso que el destino desempeña en la novela de tipo realismo mágico.
Nada más identificar el hilo del destino narrado, el lector empieza a sospechar
una segunda, luego tercera solución, una tercera promesa de la que va a suceder;
pero nada de eso ocurre, porque el texto hace implosión por la rigidez del
sino. La coincidencia está relacionada con el destino también: ocurre tan
frecuente, y algo rítmicamente que el lector tiene la impresión de que está
descubriendo el texto en el dibujo de un juego de ajedrez.
Los
temas son muy importantes en el realismo mágico: enfermedades inauditas e increíbles aparecen repentinamente sin
lógica alguna y desaparecen del mismo modo. El Moro, de La última mirada del
Moro, por Rushdie, envejece dos veces más rápidamente que otra gente; el padre
de Saleem en la novela Los hijos de la medianoche, por Rushdie, sufre de
la enfermedad de volverse blanco, y los habitantes de Macondo, en Cien años de soledad, por García Márquez, sufren de la llaga del
olvido.
El
tema del mundo repleto alude a los hijos de Nicanor Alvarado, de la novela El otoño del patriarca, por García Márquez, que pueden ser comparados con los hijos de Tulvar
Ulhaq, cuyo número crece exponencialmente en la novela Vergüenza, por Rushdie. Todos son concebidos bajo la amenaza de la autoridad del
hombre.
El
tema de la soledad del dictador se entreteje con el tema del rencor y la maldad, que tiene multifacetas
semánticas, que confiere a la narrativa una ilusión que resulta sea cómica, o
espeluznante. Son temas del Barroco, de los cuales el realismo mágico se adueñó
expresándolos en un lenguaje de colores y sabores, como en la novela La última mirada del
Moro, por Salmán Rushdie, que alude a la última mirada del rey árabe Boabdil el
Chico, antes de dejar Granada.
Esos
temas engendran otros, de venganza, de paternidad desconocida, de los gemelos y
muchos otros, pero los temas solos no hacen el estilo. Se necesita el talento
del escritor y la intuición del lector para que juntos, crearan el realismo
mágico, el más mágico de los estilos literarios.
El realismo mágico es una crónica dentro de la cual son
injertados los más fantásticos detalles y milagros hechos por personajes con
dones y poderes estrafalarios —que son descritos por sus hazañas— todo en una
épica acelerada, llena de cosas grotescas, metáforas, hipérbole y lenguaje
poético.
http://www.babab.com/no29/realismo_magico.php
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